Cuando hablamos de HIDRATACIÓN nos referimos al consumo necesario de líquidos para asegurar un normal funcionamiento del organismo.
Nuestro cuerpo pierde líquidos constantemente a lo largo del día, cuando mejor nos damos cuenta de ello, es por medio de la TRANSPIRACIÓN o la orina, por la cual perdemos casi un litro diario.
Para que nuestro organismo pueda seguir funcionando con normalidad, es necesario reponer los líquidos que perdemos, asegurando una hidratación de aproximadamente un litro y medio al día, sobre todo AGUA.
En el invierno
A veces creemos o sentimos que no necesitamos tanto líquido, lo cierto es que sí.
En invierno la rutina de beber agua se pierde, la sensación de frío nos quita esas ganas de tomar líquidos espontaneamente. Pero nuestro cuerpo sigue necesitandola para su funcionamiento.
Incluso a veces en climas muy fríos la pérdida de líquidos es tanta como en climas cálidos, por el gran gasto energético que nuestro cuerpo realiza para generar calor.
Sabemos que cuando realizamos un ejercicio el sudor aumenta, pero al mismo tiempo si la temperatura y humedad del ambiente durante la actividad son elevados, nuestro sudor aumentará aún más.
Entonces cuando entrenamos, es importante mantenernos bien hidratados, ya que la pérdida de líquidos será con seguridad mayor.
No solo es importante para el buen funcionamiento de nuestros órganos vitales.
Regula la temperatura corporal.
Elimina tóxinas.
Ahorro de energía, cuando mejor hidratados estemos menor trabajo tendrá nuestro organismo para mantener en sus funciones, con lo cual nos sentiremos menos cansados.
El agua no aporta calorías ni agregados como otras bebidas.
Las cefaleas puede ser por falta de hidratación, con lo cual asegurar un consumo correcto de agua puede evitarnos dolores de cabeza.
Beber líquidos adecuadamente también favorece a la concentración, y la memoria.
Los tejidos de nuestro cuerpo también necesitan agua, como nuestra piel, pelo, uñas.
Beber agua reduce la tensión.
Entonces, ya saben, beber agua y otros líquidos, siempre. Durante todo el año, para asegurarnos una buena hidratación y buen funcionamiento de nuestro organismo.
Si hacemos actividad física es importante hidratarnos antes, durante y después y no esperemos a sentir sed y la boca seca.
En invierno, no dejemos que el frío nos engañe, seguimos perdiendo líquidos, y debemos repornelos.